octubre 16, 2007

Esculpiéndonos...en cada borde..

Anidaba en tus manos el nerviosismo, al comenzar a pintar, de ocre, mi piel. Temblabas. Todo tú temblaba al contacto y, mientras tus besos me impregnaban, tus manos iban siguiendo a tus labios y tiñéndome de color. Alcé mis brazos y sujeté mis cabellos, al tiempo que tu lengua recorría mi cuello y tus manos, tras ella…dibujando en mi espalda, te sentí respirar apresurado y, hambriento ya, en mi nuca. Desde atrás, las yemas de tus dedos jugaban a tentar a mis pechos, perfilando pequeños círculos en mis aureolas, bajando hacia mi vientre y dejando un rastro de caracolillos en un juego irreversible. Cómo quiebras mis sentidos!!..cómo me place verte gatearme!.

Cerré los ojos, notando tus largos dedos acariciándome, abriéndose paso en cada uno de mis pliegues, separando mis pétalos rosados y recogiendo de ellos el rocío, saboreando esa humedad de tus dedos, llenando mi cuerpo de besos suaves que, sin previo aviso, se convirtieron en necesidad…dejaron de ser imperceptibles para ser una boca en mi boca, unos labios en mis labios, apasionándose, mordiéndome, estremeciéndome de placer con cada acento en tus palabras osadas.
Nuestros cuerpos transpiraron pasión, al unísono...

Qué dulce respirarte y estar en ti, saber que con un simple roce me desatas, me llevas a bailar al compás de tu latir y a dibujar un baile cómplice con las hojas de este otoño.

octubre 11, 2007

"Me sabes a sexo..."


Me despiertas a sorbos.
Rebulles entre mis sábanas revueltas,acercándote,de nuevo.
Inicias con tu mirada en la mía y buscas tu alimento,sin esperar que yo te hable.
Y los ojos quedan en el aire.
Y mi piel desnuda se llena otra vez de vibraciones.
Mi fuego habla por mí...me incitas y me hueles, me besas, me traspasas,me haces temblar entre tus delicadas fauces.
Así me eriges y me devoras,frente al espejo,así me abres y me desatas.
Así me rodeas y me arropas,que no se escapen mis centímetros.

octubre 09, 2007

En esta noche ...

Aceptaste quedarte a mi vera. Las masas se estrechan, frentes sobre el pecho, duermen. No se siente pasar un solo ensueño, sólo tu figura, con los ojos encendidos, con la mirada clavada en mí. Las horas nos encuentran ,una a una, y nos abraza el insomnio…entonces me tomas de la mano ,y sin alzar la voz, con dulce acento, me dices:”Ven…”. Mi sangre circula apresurada, como rebaño de fieras huyendo entre las breñas..y te sigo. Tus formas son esbeltas, tus movimientos duros, “ no sé a dónde me llevas….y me da igual”.

Fue aquél un paseo lleno de miradas, miradas que no cesaron, como buscando mi aprobación a lo que querías mostrarme. Al adentrarnos, comprendí…ese camino nos llevaba a un lugar subterráneo, donde parecían recogerse las aguas de la montaña. Me presentabas una atmósfera llena de un colorido sonoro, las gotas desprendidas formaban melodías, una sinfonía alternante y encadenada, cerca unas veces…otras más lejos.
Las aguas formaban una leve corriente, el agua apenas nos llegaba a las pantorrillas y seguía subiendo…ése era tu lugar secreto, un lugar de sombras que se dibujaban a la luz parpadeante de una antorcha….



Entonces, te dirigiste a mí: “te deseo, mía, aquí”,me dijiste, mientras tus manos comenzaban a desnudarme. Recorrías mi figura, que despacio se iba haciendo exenta de tejidos…perfilando mis piernas, mis nalgas, con el agua escurriéndose entre los dedos, mi vientre, mis pechos ingrávidos y jóvenes, encerrando mis pezones entre tus dientes y sintiéndolos crecer en tu boca, mi espalda….deslizando tus labios y siguiendo el surco de pequeños hilos de agua que buscaban camino en el canal de mi sexo. Me sentía arder…
Entretanto, mis manos femeninas también te exploraban y el agua nos reflejaba. Sentíamos sólo nuestras caricias y el calor que nacía en nuestra piel. Imágenes, recuerdos, sensaciones,… la energía de tus palabras, la fuerza de tus miradas, la seguridad de tus gestos. Fuíste,… para mí.

Paseándome alrededor de tu cuerpo y soportando la sugerencia de tu virilidad, tus duras nalgas, deseaba arraigarme en tus carnes y adentraba mis manos entre tus piernas, mientras resbalaba en tu cuerpo, en roces premeditados…
Tus labios recorrían mis hombros, mis pechos, mi vientre,…..y tus manos, lejos de olvidar la quietud, se despertaban al pasear por mi cuerpo y navegaban bajo el agua hacia mi sexo, ansioso de tenerte, retrasando el momento que tanto esperaba….,al tiempo que tu miembro se erguía, inquieto…



Me alzaste en brazos y me depositaste sobre aquellos tibios moldes en los que se habían convertido las frías rocas, como algo ceremonial, y me contemplaste.

Y, en aquel baile de sombras, descontrolados ya nuestros instintos…sucumbí a tu penetración en mí y a tu entrega sin límites. Recuerdo nuestros rostros, desvanecidos nuestros ojos y nuestras bocas abiertas y temblorosas, jadeando por el placer que el tacto nos obligaba a sentir…recuerdo nuestro orgasmo convulsivo, cómo tu boca bebía de mí y cómo me sometía de nuevo al derramarse de nuestra lascivia..


A ti, Pep.
En el papel de “cómplice” principal,
haciéndome sentir la talla perfecta.
Gracias por tu inspiradora confesión.

octubre 04, 2007

Puedes hablar???

Caminaba,concentrada en mis cavilaciones hasta que te leí, una calle mojada de Madrid y una frase,que recibí como una bocanada de aire fresco. Imborrable en mi memoria, aquélla pregunta, de las pocas tan capaces de transmitir esa sensación de atracción, tan sensual. Pretencioso, felino y nada indiferente tu lenguaje. Vivísimo en mí..
No puedo verte,pero sí escucharte…distante y cercano…invisible y real.No sé ni siquiera cómo abres los ojos,después de un largo sueño. Eres tan misterioso y enigmático…Pero cómo me estremece cada susurro de tu voz en mi oído!!..Algo aletea en mi cuerpo una,dos,tres,….cada vez, infinitas veces me exaltas!!!
Estoy por llegar tarde al trabajo. Me doy vuelta. Hoy no iré. Lacerante es el combate entre lo que me pide el cuerpo y lo que mi razón me aconseja…pero retorno a mi tenue estancia, donde hallarte,espontáneo, es disfrutarte.
“Puedo,sí, y quiero, y deseo”…..y mi deseo es concedido.Eres química abrasiva,incluso mareante….y aquí no hay coreografía: cauteloso y desesperado, tu puesta en escena es una sublime elegancia. Me transmites desde esa contención, y me apasionas.
Ambos emprendemos un viaje de no retorno a los abismos de nuestros deseos, de tenernos…ya!,con urgencia…respiro tu ritmo y te recibo, excitada y enaltecida. Mucho.
Y,en mis manos, en cada dedo, ya no soy yo…es tu voz la que las dicta, labrando por mi carne y dejándome tu olor.
Me guías a donde quieres, a velocidades no permitidas, eres el pretexto idóneo que me alimenta.Quiero ser prudente contigo,pero el deseo me puede…mis manos,ahora tuyas, recorren cada pedazo de mi piel y me esculpen , y tu mirada se enciende más y más, mientras avanzas.Difícil adormecer mis deseos de ti, liberas gemidos apresados en mi boca…y me alborotas de un modo enloquecedor!!
Ya no…ya no me salen las palabras, no hay desnudos ciertos y mis poros no dejan de destilar deseos mientras, me desgranas caricias en cada encuentro. Tiernos y rosados labios los que besas , tan sensual y delicado,a la vez que fiero…..sólo puedo gemir y querer más, ….

octubre 01, 2007

Deseo encarnado...y gozado.

Cuando se articula la conjunción del deseo carnal con el espacio desterritorializado de encuentro que hace de cada habitación de hotel la posibilidad pura de que cualquier cosa suceda, basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar….

Ambos habíamos invocado posibilidades no vistas, en aquel hotel en el que habíamos terminado alojados, por culpa de una llamada a la comunicación que tendría lugar al día siguiente…Nos sorprendió la tormenta y así irrumpimos en los vestíbulos de lo desconocido: mojados,empapados. Mi memoria actualiza el pasado…algo había tenido lugar en el mismo centro de nuestros movimientos, de nuestros pasos hacia la recepción….sentí tus ojos clavados en mis pechos, bajo mi vestido mojado se adivinaban unos pezones erguidos y no pudiste evitar mirarlos….Aquello supuso el mero inicio de un encuentro….
Un golpe,un timbre,una llamada….algo me llevó a espiar, a hurtadillas, el pasillo de aquel hotel desde mi habitación, y te sorprendí mirándome. Avanzaste hacia mí y me cogiste de la mano,sin vacilar, y te seguí mientras me decías “eres mi hallazgo, tengo una página en blanco que escribir contigo”…
Cerraste la puerta y ambos quedamos solos.Tu cuerpo y el mío.
Te abalanzaste sobre mí,quedando mi espalda contra la pared, y me besaste. Llevé una de tus manos a mi escote,mi corazón iba al galope,al compás de la tormenta….y sentiste mi piel aterciopelada, que pugnaba por evadir la opresión del vestido . Eso despertó en ti el deseo irrefrenable de buscar más adentro de mis ropas y,tras bajar la cremallera de aquel vestido, la prenda se deslizó, aún mojada, hasta quedar en el suelo. Mis pechos brotaron ante ti,turgentes ,pasaste tu mano abierta sobre ellos y me estremeciste. Los sujetaste,después, con las dos manos , para besarlos,lamerlos,morderlos,….los dos a la vez….Mis gemidos eran apagados sólo por los truenos, en aquella habitación en penumbra, sólo iluminada por el surcar,también salvaje,de los relámpagos en el cielo de vez en cuando.

Ascendiste,de nuevo hasta mis labios, borracho de lujuria, dejando fluír ambos toda nuesta pasión soterrada…Mi cuerpo era ya una mezcla de la lluvia pasada , el sudor que me arrancabas y punzadas en mi sexo empapado, todo aderezado con un placer apremiante. Buscaste entre mis muslos la humedad,traspasando mi ropa interior….
Palpando mis nalgas te apretaste contra mí,como un animal en celo. Así,de pie, tus movimientos se fueron elevando más y más, atrapado entre mis piernas…más y más rápidos,hasta llevarme al abismo…
Entonces, te aparté y me arrodillé ante ti, ante tu sexo exhausto, haciendote sentir la calidez de mis carnosos labios yendo y viniendo a lo largo de tu pene, succionando en mi vaivén todo tu ser. Y,tras prolongar ese estado de ingravidez permanente, te dejaste sumergir en una espiral de placer que se proyectó a lo largo de tu miembro hasta ahogarse en mi boca…..

Me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar.